miércoles, 15 de julio de 2009

Saint Seiya

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lo siento... tal ves no tenga mucho que ver con lo que he escrito... PERO ME FACINAN LOS CABALLEROS.......!!!!! el name original es Saint Seiya.... aca en Guatemala los conocimos como LOS CABALLEROS DEL ZODIACO..... a ver que les parece el videito....

lunes, 13 de julio de 2009

hhpolanco: Quo Vadis?

http://www.hislibris.com/?p=567

Quo Vadis?






Quo Vadis?

Quo Vadis Domine? A donde vas Señor? ...esta es la pregunta de la ùltima pàgina de el libro homonimo.... escribo esto... ya que estoy a la espera de pronto tener nuevamente en mis manos esta magnìfica obra del autor polaco Henryk Sienkiewicz... me parece que es de las mejores obras literarias... y aunque no fue la obra por la cual gano su Nobel, no importa, es una obra para releer...

Lo siguiente, es lo escrito por Marbenes... lo pueden ver en: http://www.hislibris.com/?p=567


“Así pasó Nerón como pasan la tormenta, la guerra, el fuego y la peste. En el futuro, desde las alturas del Vaticano, la gran basílica de San Pedro reinaría sobre Roma.
No lejos de la antigua Puerta Capena, existe una capilla pequeña donde se lee la siguiente inscripción casi borrada: QUO VADIS, DOMINE?”



El título hace referencia a una leyenda que cuenta que saliendo Pedro de Roma con intención de ponerse a salvo de la matanza de cristianos ordenada por Nerón se encontró con Jesús y le preguntó: ¿Dónde vas, Señor?, a lo que éste respondió: A Roma para ser crucificado por segunda vez ya que tú abandonas a mi rebaño. Por lo que he leído al respecto, no hay evidencia histórica de que San Pedro, que se encontraba en Roma en ese momento, coincidiera con San Pablo que también es mencionado en la novela, pero tampoco la hay de que no fuera así. De modo que la ubicación de ambos en el mismo instante del contexto histórico del incendio de Roma y la masacre de los cristianos no es tanto una licencia literaria por parte del autor como un vacío historiográfico.

La novela nos transporta magistralmente a otro mundo y otra época, y si nos dejamos llevar cerrando los ojos a lo que nos rodea y viviendo la historia que nos cuenta, casi podemos sentir que de un momento a otro vaya a aparecer un centurión romano ante nosotros o que Petronio nos vaya a reprender por lo mal que vamos vestidos.

Ambientada en la época de la Roma clásica, durante el reinado de Nerón, quinto emperador de la dinastía Julio-Claudia, nos enseña muchísimo sobre la forma de vida, las costumbres, los usos, las creencias, los ritos, y los valores de sus habitantes, y sobre el gobierno imperante y la sociedad del momento. Se acoge a la opinión más ampliamente aceptada de que Nerón fue un pésimo y cruel gobernante, más entregado a los placeres y a la lírica que al gobierno de un imperio, y nos relata de forma majestuosa los comienzos del cristianismo. La exposición de estos principios me ha chocado particularmente, por cómo nos cuenta la manera apasionada, altruista y heroica en que vivían su fe los primeros seguidores de Cristo. Francamente me cuesta creer que hoy en día algún creyente diera gustosamente, y si defenderse, su vida en nombre de Dios sabiendo que se enfrenta al martirio y a una muerte violenta y atroz, o que comunidades enteras vivan en perfecta consonancia con la pobreza, solidaridad, tolerancia, clemencia, no violencia y caridad predicadas por Jesucristo, por lo que lo relatado sobre estos primeros cristianos, caso de creer que está basado en la realidad de aquel momento, me impresiona fuertemente.

Nos narra la difícil historia de amor entre Marco Vinicio, un legado romano, y Ligia, una rehén de guerra olvidada y abandonada por los suyos que fue acogida en casa de unos patricios como hija. Él, con un carácter “muy romano” para el que lo único que cuenta es el poder de la fuerza, y ella, criada y educada por una conversa a la nueva fe de Cristo, con unos valores profundos sobre el amor al prójimo y el respeto a la vida se enamoran y desenamoran. El camino entre el primer encuentro, el desencuentro y el vínculo final de los enamorados es abrupto y está lleno de historia, historias personales, sensibilidad, sentimientos, emociones, intrigas, crímenes, desmanes, venganzas y simbolismos, y plagado de personajes muy vívidos que, aporten más o menos a la historia contada, no dejan de ser interesantes para el conocimiento del lector.

Desde una perspectiva despectiva de Nerón, su gobierno y su séquito, en el entretanto nos cuenta las atrocidades supuestamente cometidas por éste y la pasividad de los hombres que podían haber hecho algo al respecto ante los infortunios que se podrían haber evitado de no haber consentido en el establecimiento de un poder absoluto y totalitario en manos de una persona desequilibrada.

Me resulta de un gusto exquisito la presentación que nos hace de los personajes, con tanto detalle y tal profusión de expresiones, gestos, manías, valores, creencias, pensamientos y actuaciones que parece que los conocemos personalmente. Cada uno está dotado de una personalidad propia y creíble, ajustada a su rol en la sociedad y época tratadas. Llegas a quererles, a odiarles, unos te caen bien y otros mal, empatizas con unos y te repugna la actuación de otros, pero a todos comprendes porque son “humanos” y no “personajes de novela”; es decir, tal como están retratadas sus personalidades y salvando las distancias de las diferencias de época, podría tratarse de gente que vive, ama, sufre y muere hoy. Tan reales parecen.

Hechos y personajes comparten una característica común: unos realmente existieron y otros son ficticios, sacados de la imaginación del autor, y en ambos casos añade a la evidencia histórica, o a las teorías, el fruto de su imaginación o sus propias conclusiones. Así, Petronio, co-protagonista de la novela, es un personaje histórico que vivió en la época de Nerón y efectivamente era llamado “Árbitro de la elegancia”, si bien poco más se sabe de él, excepto que fue un político y escritor romano, que quizá “El Satiricón” fue obra suya, y que participó en la última conspiración contra Nerón, suicidándose una vez que se supo descubierto. Y lo mismo ocurre con otros integrantes de la corte de este emperador romano como Séneca, Agripina, Suetonio, Actea, Tigelino y otros. Respecto a los hechos históricos, da por ciertos algunos no verificados y que aún son tema de debate y estudio como el incendio de Roma, pues no está claro que Nerón fuera responsable de ello, o la coincidencia y convivencia de los dos grandes apóstoles, Pedro y Pablo, en esa ciudad y momento histórico.

En resumen, una historia fantástica, bien contada y bien fundamentada en los hechos conocidos, excelentemente dirigida, y con una buena ración de imaginación, raciocinio y moraleja.


Pda. Espero no les haya aburrido la reseña... pero a mi me parecio facinante...